DREAMS OF A BROKEN LIFE

DREAMS OF A BROKEN LIFE
Sueños de una vida rota

miércoles, 25 de mayo de 2011

Una joven esposa estaba sentada en un sofá en un cálido y húmedo día, bebiendo té helado y charlando con su madre.

Mientras hablaban sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de la adultez, la madre hizo tintinear los cubitos en el vaso pensativamente y miró a su hija con seriedad.

No te olvides de tus amigas", le advirtió revolviendo las hojitas de té. Se volverán importantes a medida que madurez. No importa cuánto quieras a tu marido y a tus hijos, siempre necesitarás a tus amigas. No olvides salir y hacer cosas con ellas. Y recuerda que tus amigas no son solamente tus amigas, sino también tus hermanas, tus hijas e incluso otros parientes. ¡Siempre necesitarás a otras mujeres!

¡Qué extraño consejo!, pensó la joven. Acabo de casarme, de entrar en el mundo adulto; no soy una niñita que necesita amigas. Seguramente mi marido y mi futura familia serán suficientes para darle sentido a mi vida.

Pero escuchó a su madre, se mantuvo en contacto con ellas e hizo cada vez más amigas. Con el correr de los años, se fue dando cuenta de que su madre tenía razón. A medida que el tiempo y la naturaleza producen sus cambios y misterios en la mujer, las amigas son indispensables en la vida. Limpian el baño, cuando lo necesitas; cuidan tus hijos y guardan tus secretos; te dan consejo cuando lo pides, el cual a veces sigues y a veces no; te sacan de apuros, te ayudan a dejar las malas relaciones, harán una fiesta para tus hijos cuando se casen o tengan un bebé; manejan en tormentas, nevadas o granizos o en la madrugada para ir a ayudarte.

Te escuchan cuando pierdes el trabajo o un amigo; están a tu lado cuando tus hijos te rompen el corazón o cuando los cuerpos y mentes de tus padres fallan. Lloran contigo cuando muere alguien que amas. Te respaldan cuando los hombres de tu vida te decepcionan. Te ayudan a juntar los pedazos cuando los hombres empacan y se van. Se alegran con tu felicidad y están listas a destruir lo que te hace infeliz.

El tiempo pasa, la vida sucede, la distancia separa, los chicos crecen, el amor se derrite y se evapora, los corazones se rompen, las carreras terminan, los trabajos vienen y van, los padres mueren, los colegas olvidan los favores, los hombres no llaman cuando prometen... Pero las amigas están ahí, no importa el tiempo ni la distancia entre ustedes; una amiga nunca está tan lejos que no la alcance tu necesidad.

Cuando tengas que caminar por ese valle solitario y lo tengas que hacer sola, tus amigas estarán en el borde, alentándote, rezando por ti, interviniendo y esperándote al otro lado. A veces, hasta quebrarán las reglas y caminarán contigo o vendrán y te sacarán. Las amigas son la bendición de la vida. El mundo no sería igual sin ellas, ni yo sería la misma. Cuando empezamos esta aventura llamada feminidad, no teníamos idea de las increíbles alegrías y tristezas que nos esperaban; ni sabíamos cuánto íbamos a necesitarnos. ¡Todavía nos necesitamos cada día!

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