Amor,
me quedo sin decir tu nombre
porque tendría que inventar palabras
para que lo comprendan las palomas,
la miel,
la uva terminada en marzo.
Tú no te vas de mí.
Ahora quedas
incorporada a mi silencio diario.
Toda vez que me mire la alegría
subirá tu presencia hasta mis labios:
definitivamente mi sonrisa
te traerá a la luz desde mi sangre.
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