Déjame leer en tu mirada tus deseos, quiero aprender de tus labios el placer de vivir el amor, en el calor suave de tu piel quiero inventar caricias, necesito sentirte apretada contra mis huesos, que me queme tu piel y tu boca, desesperada por alcanzar una cima sublime y entonces, solo entonces y únicamente entonces en ese infinito suspiro que escape de tu boca dejar mi beso más tierno y cálido como fruta madura, mientras aún se consume lentamente tu corazón en llamas.