YA SÉ...
Sé que la culpa ha sido también mía.
¡Cuántos errores cometimos, cuántos!
Yo no pensé que tú también sufrías
otros días, otros meses, otros años.
Yo te quería; te alejabas tú.
Tú me amabas y no me lo decías.
¡Qué cruel juego del gato y el ratón!
Y, mientras tanto, nos pasó la vida...
Ahora que ya te vas, te lo pregunto.
Ahora que me abandonas a mi suerte
por fin el corazón queda desnudo
y siento desgarrarme al comprenderte.
¡Qué cadena de errores enlazada!
¡Qué orgullo y qué vergüenza incongruentes!
Yo lloraba por ti, sola en mi cama,
y tú, solo también, callabas siempre.
Por eso, hoy que te vas, ya no me callo.
Es tarde, ya lo sé, pero no importa.
Murieron sin nacer tantos "te amo"
que están llenas de ellos mi alma y mi boca.
Te quiero, y tú te vas, pero te quiero.
Te quiero y te querré, y hasta la muerte,
como en una condena del infierno
diré "te quiero" y moriré por verte.
Antes de que te vayas, quiero darte
cada beso de amor, cada caricia.
Todo lo que en mi soledad no pude amarte
y así, al tú irte, quedaré vacía.
Ha sido todo en nuestro amor locura.
¿Por qué, entonces, tenemos que extrañarnos?
Un amor como el nuestro, necesita
para decir adiós, morir amando...
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