Tu cabello enmarañado entre mis dedos, y tus uñas aferradas en mi espalda,
el calor que te recorre en tus adentros, cuando emana tu pasión desenfrenada.
Doy la vida en el momento de sentirte, como gimes, como lloras, como callas,
más el giro de tu cuerpo cuando explota, yo lo siento cual volcan en la montaña.
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